Disminuir el riesgo y el daño de la emergencia hídrica: compromiso con el presente por el futuro
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Resumen
Comunicado acerca de la relación de la crisis hídrica con el proceso reproductivo

La emergencia hídrica, relacionada con la epidemia del cambio climático, afecta a toda la sociedad, pero en particular a las personas que sufren mayores vulneraciones de derechos y específicamente, a las mujeres durante el proceso reproductivo.

Así, esta verdadera crisis de inseguridad alimentaria, por el deterioro de la calidad del agua que expone en forma prolongada a sustancias tóxicas con efectos negativos sobre la salud, impacta en el embarazo y la lactancia. Por un lado, el incremento de cloruros y de sodio supone un riesgo mayor de hipertensión. Por otro, el incremento de los Trihalometanos (THM) constituye una  advertencia por su posible riesgo toxicológico. A pesar de que las evidencias son parciales y contradictorias, existen. Ante esto, y frente a la alternativa de acceder a agua de calidad, se debe evitar la exposición a agua de OSE mientras dure la emergencia hídrica. 

En este sentido saludamos las iniciativas de las autoridades nacionales y departamentales para garantizar el derecho humano y constitucional al agua potable embotellada anteponiendo las razones de orden sanitario a las de orden económico, y alentamos a la coordinación interinstitucional, para llegar a todas las que lo necesitan. Esto debe extenderse a los prestadores de salud, tanto públicos como privados. Señalamos, asimismo, la necesidad de vigilar e informar la calidad del agua envasada ya que esta también tiene riesgos, asegurando desde el Estado los controles bacteriológicos ante posibles contaminantes, la concentración de cloruro de sodio y micro partículas plásticas (que aumentan en el agua embotellada), así como el contralor de metales pesados y otros potencialmente nocivos, y activar una política prospectiva al respecto.

Mientras la humanidad continúe destruyendo el medio ambiente, las crisis climáticas seguirán produciéndose y afectarán directa e indirectamente nuestra salud. Los efectos se suman y multiplican con otras graves epidemias, también dependientes del modelo de producción y consumo global: la epidemia de la obesidad y la de la malnutrición. Las tres epidemias: cambio climático, obesidad y malnutrición, constituyen la denominada “sindemia global”. En el año 2019, las causas de la sindemia global facilitaron la zoonosis de un coronavirus que devino en la Pandemia COVID 19. 

Es claro que hay que abordar integralmente la salud humana, la salud animal y la salud medioambiental, como la Organización Mundial de la Salud plantea: “Una sola salud”. 

El impacto en el proceso reproductivo es enorme y lo hemos documentado como una injusticia reproductiva, constituyendo el más grave  problema para el presente y el futuro nacional. Por ello, el embarazo y la primera infancia deben ser la prioridad, más allá de divisas, porque representan la principal divisa del Uruguay.